Uruguay es muy conocido por sus grandes extensiones de playas a lo largo de todo el país, lo que lo hace ideal para practicar kitesurf (kite, del inglés, cometa) y deportes de viento. Los hermanos Legaignoux son los verdaderos culpables de ésta combinación magistral entre surf, cometa y viento. Pero en esta nota nos vamos a ocupar de su elemento principal, la cometa, sus orígenes y el placer de remontarla.
En astronomía, un cometa es un astro que orbita en el espacio. Tiene un núcleo y un rastro luminoso de gases que parece una cola. La palabra cometa proviene del griego «kometés», de «komé» (cabellera).
Nuestro idioma es tan especial, basta cambiar el género del artículo para que un objeto tenga otro significado. Si me refiero a «el cometa» hablo del cuerpo celeste, pero «la cometa» es una armazón ligera revestida con papel que se eleva con el viento y que ha hecho las delicias de generaciones de niños y adultos.
Para que «la cometa» no «cabecee» se le agrega una cola hecha de pedazos de tela, seguramente por su forma (el armazón es la cabeza y la cola la cabellera) se le denomina cometa.
En occidente volar cometas es, para la mayoría, un simple juego. Pero la realidad es muy distinta. Desde su origen en China, hace más de 2.000 años, este objeto se extendió en el espacio y en el tiempo por todo el planeta, transformando su primitiva función simbólica y ritual en una gran variedad de usos: instrumento de ritual en Oriente, juego de competición entre diferentes grupos sociales en Japón o la India, útil de pesca en Oceanía, instrumento científico en meteorología, precursor del aeroplano… y asi podríamos seguir…
Pero el placer de remontar una cometa, es tan personal que sólo se puede experimentar haciéndolo u observando a quienes lo hacen con más o menos maestría. En Uruguay tenemos muchos días de muy buen viento, ni tan leve que no consiga levantar y sostener en el cielo la cometa, ni tan fuerte que la rompa o ponga en peligro al que la maneja. El viento es un aliado que siempre nos invita a disfrutar de su caricia… y tenemos muchos días de viento adecuado.
Erma Bombeck escribió un artículo comparando a los niños con las cometas
“Te pasas la vida tratando de hacerlas volar. Corres con ellas hasta quedar sin aliento. Caen al suelo. Chocan con los tejados. Tú las remiendas, las consuelas, las ajustas, y las enseñas. Obsevas cómo el viento las mece y les aseguras que un día podrán volar.
Finalmente vuelan. Necesitan más hilo y tú sueltas más y más, y sabes que muy pronto la bella criatura se desprenderá de la cuerda de salvamento que la ata y se elevará por los aires, como se espera que lo haga, libre y sola. Sólo entonces te das cuenta de que has hecho bien tu trabajo.”
Si quieren ver lo que se puede hacer, no importa la edad, con las cometas, miren este videito imperdible en el que el canadiense Ray Bethell de 80 años, remonta tres barriletes a la vez y realiza con ellos un verdadero ballet de cometas.
Este video fue filmado en el Washington State International Kite Festival que se organiza todos los años, y vale la pena verlo. Asegúrense que el volumen esté activado. Espero que lo disfruten!!